16 abr 2011

Dolores, una gran señora alcublana.Alicia Garrigó i Giralt

La princesa de las amapolas abriendo sus alas  en el vuelo de los días y los años llegó al puerto de la incertidumbre.


Sin crecer demasiado y discretamente empezó a entreabrir sus alas y sus dolores con los escogidos.

Eran almas que sin ser gemelas tenían la sensibilidad de las notas en un pentagrama en clave de sol y luna, en clave de lágrimas, risas palabras y silencios.

Suspiros y cigarros…. humo y aire, mirada en futuro, retando al tiempo, pulsando la gama del corazón.

Y el arpa, con sus tensas cuerdas, daba en el aire las notas de la dama de agua que ladeando la cabeza en una audición a medias, absorbía los acordes como gotitas de esperanza y de rocío posados en la ilusión y en el hambre de esperanza.

Se subió al columpio….y de puntillas en el suelo se balanceó en el recuerdo de su abuela y cerró los ojos para traerla al presente….pero al recordar su infancia, en el regreso a los momentos felices, se abrían paso con manos fuertes y absoluta jurisdicción, aquellos recuerdos con su hermano Alberto en los pinos de delante.

Aquel chiquillo reseco y despierto más ágil que nadie, que montaba la de dios en un instante, mientras ella despacito intentaba averiguar qué había pasado.
Y mirando fotos…

El día de la palma (domingo de ramos)….un parque y una mujer alcublana, con él y conmigo …..Hace un montón de años.

Y sigo sin olvidar esos momentos.
Que me dan fuerza para seguir.

Un beso a Dolores.
Dolores....una gran señora alcublana.

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