A veces SOLO algunas veces la princesa de las mariposas se enfurruñaba, sobre todo cuando, alguien se creía que no era trabajadora, o la trataban de inocente.
Pensaba que ser pequeña, tener buen humor y confiar en la gente (antes de que se demuestre lo contrario), no le parecían motivos, para tratarla de BOBA, BOBISIMA. BOBA.
Y la princesa cuando se enfadaba tenía muy mal genio, tanto que nadie se esperaba aquel cejo arrugado y aquel mutismo en el que se sumía.
Ella sabía que estaba a punto de MORDER y sabia,que en estos momentos debía contar hasta 10, para no decir una barbaridad.
Con el tiempo aprendió que tenía que contar hasta 1.000 y si podía subirse a los MOLINOS , (sin romper nada, claro está) respirar muy hondo y de bajada en la ermita de Santa Lucia recoger un poquito de Tomillo y guardarse de tirar las piedras, que había recogido y guardaba en el bolsillo.
Yo tambien debía contar hasta 1000, lo malo es que nunca me acuerdo.
ResponderEliminarEso nos pasa a todos....pero luego siempre , si vale la pena se puede reconducir......¿no?
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