23 mar 2010

La Princesa de las Mariposas por Alicia Garrigó




Corrían los siglos, de las princesas, de las cortes reales, y en Alcublas una doncella preciosa hija del Rey y de la Reina crecía cantando poemas.

Su reino, era un territorio pequeño y preciado donde las mariposas volaban despacio , muy cerquita de ella ,la princesa se las miraba , no se atrevía a tocarlas , ella pensaba que en las alas tenían un azúcar mágico que las llevaba hacer piruetas en el aire.

Por si era así, las perseguía poniéndose debajo, a ver si le caía encima aquel azúcar mágico y podía volar, hasta los Molinos.

Lo hizo muchas veces pero no consiguió volar demasiado, iba haciendo zancadas y nadie entendía como una princesa tenia aquellos andares.
Las abejas celosas, querían, enamorar a la princesa y canturreaban en su oreja,con un zumbido exacto y matemático, pero la princesa les tenía miedo, sabia que escondían un aguijón pequeño certero y envenenado.
Sus padres deseosos de educarla bien , le obsequiaban con libros, ella sonreía ante los regalos pero disfrutaba acercándose al lavadero donde las mujeres alcublanas cuchicheaban bajito sus cosas .
En aquel palacio , sus cortesanas la mimaban en extremo y le reían las gracias, ella lo sabía y se cansaba de no poder tener amigas, eso le producía una gran tristeza, así que pidió audiencia a sus padres y les informó de su pena.
Y les dijo:
-Queridos padres este palacio es precioso, pero me aburro como un oso.
Yo quiero ir al colegio. Tener amigos e ir de excursión a Peña Ramiro.
Después de semanas de deliberaciones y trasiego en aquel reino, los padres accedieron y permitieron que la princesa fuese a la escuela.
¡Que contenta estaba¡, se arreglo sus trenzas, y se fue corriendo, disfrutó en el patio, y cazando gallipatos.sus amigos le enseñaron canciones para saltar a la cuerda,el Antón Pirulero y otras que ahora mismo no recuerdo.
Pero la princesa fue feliz muy feliz.

3 comentarios:

  1. Dos palabras im-prezionante.Espero que la princesita al final del cuanto fuera mu feliz.

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  2. Prosa fácil, hilvanada y sutil, con encuentros con el hablar más puro del pueblo serrano.

    El pensamiento y la razón vuelan en el transcurso del relato.

    No puedo más que decir: adelante, queremos más.

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  3. La princesita sigue en ...un cuento, que aú no tiene fin

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