15 mar 2010

Un seísmo Imaginario por Alicia Garrigó


En Alcublas todo había cambiado, repentinamente después el desastre, apareció la calma, todo el mundo temía hacer demasiado ruido, hasta el cura dejó de tocar las campanas, no fuera que alguien se alarmara sin necesidad.

Era el momento de olvidarse de las antiguas rencillas, de las tertulias de bares con almuerzos interminables, de los dimes y diretes que empujaban a unos y a otros en contra de todos.

No quedaba piedra sobre piedra y había que diseñar un mundo nuevo con las ruinas de un pasado, que con un poco de reflexión tenía la necesidad imperiosa de empezar urgentemente.

En la Casa de Cultura montaron un campamento, La Conselleria envió el KIT de ayuda Humanitaria, era insuficiente, además de extraño, las pastillas para potabilizar el agua dejaban un sabor a cloro que ni el mejor de los botijos podía mejorar, los niños ponían cara de asco, de miedo y estaban desorientados.

En este caos, los hombres empezaron a organizarse, por prioridades, resolviendo las ordenadamente, también ellos tenían miedo, las mujeres con la paciencia de siempre oían las deliberaciones, se daban cuenta que los ancianos y los niños necesitaban alguna normalidad.

Tenían ese sexto sentido que da haber compaginado las generaciones siempre y mientras consolaban a los chiquillos inventaban conversaciones de Pero Grullo dando importancia a los mayores que necesitaban, sentir que eran fundamentales para consolidar una situación de aquellas dimensiones.

Por suerte el seísmo solo había afectado la estructura de algunas casas, la electricidad se había cortado y al ser invierno las bajas temperaturas se hacían notar, pero manteniendo los frigoríficos cerrados hambre en principio, no tocaba pasar.

Poco a poco, comprobaron que no había heridos graves, suspiraron hondamente las autoridades y todo hijo de vecino.

No tenían que lamentar perdidas personales. Menos mal!!

El infortunio no era tan grande.

Yo sudaba, daba vueltas de un lado a otro intentando resolver aquel caos, o por lo menos ayudar en algo, la sensación de impotencia, el ahogo, la boca seca, una angustia tremenda, acabaron por despertarme.

Estaba confusa, con muy mal cuerpo, me levanté como una sonámbula, cuando conseguí despertarme en serio, todo había sido una pesadilla, una maldita pesadilla.

Alcublas continua intacta, ¿o no?

Para algunos los sueños son premoniciones extrañas y es posible que alguna cosa se esté tramando en el pueblo, algo diferente que no se sueña después de una película o un telediario.

Lo que sea,sonará.

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